Héctor Ladero, central del Real Unión, está siendo una de las revelaciones de la temporada.
El aficionado del Real Unión está con la mosca detrás de la oreja. El equipo está fuera de los puestos de play off y viene de encajar una dura derrota en el campo del Alavés. Pero no son todo malas noticias. Héctor Ladero (Salamanca, 1989) está siendo una de las revelaciones del campeonato. Llegó cedido este verano de la cantera del Numancia y se ha hecho con un puesto fijo en el once irundarra. Central expeditivo al corte y con futuro por delante, se está destapando además como rematador. Ya suma cinco tantos. Es el defensa más goleador de los cuatro grupos de Segunda B.
Ladero sabe bien que el deporte que más vueltas da es el fútbol: «Todavía queda mucha liga. No hay que precipitarse. Este sábado debemos dar el do de pecho ante el Lemoa y si ganamos, seguro que se ven las cosas de manera diferente. Tenemos un entrenador nuevo y a los fichajes hay que darles tiempo. Tranquilidad».
El central cuenta cómo se produjeron los movimientos para su incorporación: «Terminé la temporada con el filial e iba a empezar la pretemporada con el primer equipo. Al menos para entrenar, porque la idea era competir en Tercera. Busqué la posibilidad de salir cedido, porque llevaba tres años en Tercera y quería crecer. La opción más interesante de Segunda B fue la del Real Unión. El Palencia y la Peña Sport también preguntaron por mí, pero cuando escuché Irun no lo dudé».
Ladero es el primer sorprendido con su acierto de cara al gol. «Suelo marcar tres goles o así cada campaña, porque soy alto (1,91m) y siempre cae algo. Pero lo cierto es que en el equipo tenemos muy buenos lanzadores y así es más fácil. Estoy aprovechando mi envergadura en el juego aéreo. Así marqué contra el Eibar, el primero contra el Sporting B...», asegura.
A nivel personal, Ladero está más que contento con su nueva vida: «Me gusta la calidad de vida de Irun. Es muy diferente a Soria. Además, tengo familia en Bilbao y de vez en cuando voy para allí. El día a día, a la hora de salir a la calle, me resulta más agradable».
«Un adjetivo para definir al Real Unión? Irregular. Estamos siendo irregulares. De la época de Álvaro Cervera guardo agradecimiento en lo personal, porque es quien me dio la oportunidad. Fuera lo hacíamos bien, pero nos costaba ganar en casa. Teníamos una apuesta más defensiva. Y a lo mejor, para jugar en Gal, debíamos arriesgar un poco más».
La afición señala y cree que al equipo le cuesta generar juego. «No sólo es culpa del centro del campo. Si tenemos más la pelota, todo será más fácil. Con Miguel Sola sigo contento en el plano personal. Pero todavía es pronto para juzgar su labor. Llevamos sólo cuatro partidos. Vamos a pelear por todo».
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