El entrenador del Real Unión Miguel Sola deberá dirigir a su equipo desde la grada el próximo domingo en Las Gaunas frente al Logroñés y la siguiente semana en Irún frente a la Gimnástica de Torrelavega.
Esa ha sido la sanción que le ha sido impuesta por el juez de competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras ser expulsado el pasado sábado en Eibar por protestar al colegiado. Además de la suspensión el juez de competición impone por estos hechos una multa al club de 90 euros y de 350 euros al entrenador.
La RFEF también ha desestimado el recurso interpuesto por el Real Unión contra la tarjeta amarilla que el árbitro del encuentro, el madrileño Pizarro Gómez, mostró a Iker Gabarain en el minuto 87 de partido por “derribar a un contrario en la disputa del balón”.
El club remitió ayer a competición un escrito de alegaciones al acta arbitral acompañado del video de la jugada en el que entiende que su jugador “toca el balón claramente con su pierna izquierda desviando la trayectoria del mismo hacia un compañero” sin intención alguna de derribar al contrario.
La desestimación del recurso del club confirma la amonestación a Iker Gabarain, aunque no supondrá suspensión ya que es la cuarta que recibe el lateral tolosarra.
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