espués de dos años llenos de emociones, la temporada que acaba de finalizar ha sido como un azucarillo en un café. Un visto y no visto, algo efímero, con poca presencia. Hace dos temporadas tuvo lugar el ascenso a Segunda División y la temporada pasada el equipo jugó en la categoría de plata. El recién finalizado curso, el de la vuelta a Segunda B, ha pasado con más pena que gloria.
Cuando dentro de unos años uno se ponga a analizar la trayectoria del Real Unión, pocos recordarán esta temporada en la que el equipo consiguió la clasificación para el play-off por los pelos y en la que fue apartado a las primeras de cambio de la lucha por el ascenso.
Dos entrenadores
El curso empezó con Álvaro Cervera en el banquillo del conjunto unionista. Un entrenador que llegó a Irun tras haber logrado el ascenso a Segunda con el Castellón y haber disputado el play-off con la Cultural Leonesa y el Jaén. No le salieron bien las cosas al técnico nacido en Guinea, que fue destituido al final de la primera vuelta tras perder 0-2 contra el Oviedo y con el equipo en quinta posición.
El consejo de administración pensó en Miguel Sola para sustituir a Cervera. El técnico navarro, en la segunda vuelta, consiguió tres puntos más de los que había logrado su antecesor en el cargo. El Real Unión logró la clasificación para el play-off, pero el equipo seguían sin convencer.
El play-off
El conjunto irundarra se clasificó en cuarta posición para el play-off de ascenso, por lo que tuvo que enfrentarse a un segundo clasificado, el Sevilla Atlético, el rival que nadie quería. El filial andaluz había conseguido 82 goles en liga y el planteamiento en el partido de ida y en el de vuelta fue claro, no encajar goles.
El primer choque acabó con el 2-1 en el marcador. Los unionistas tomaron ventaja gracias a los goles de Eneko Romo y Josu Iglesias, pero la renta no daba margen a la relajación. Y es que el 1-0 le valía al Sevilla Atlético para seguir adelante.
Miguel Sola dejó claro que el equipo iba a necesitar marcar en Sevilla para clasificarse. El Real Unión no vio puerta en la Ciudad Deportiva del Sevilla, encajó tres goles y dijo adiós al ascenso a Segunda División. Lo hizo de la manera más amarga. Recibiendo una goleada y dando una pobre imagen.
Último entrenamiento
La temporada del Real Unión acaba hoy por la mañana en el Stadium Gal. Los unionistas están citados a las diez y media de la mañana para realizar el último entrenamiento de la temporada. Será una tranquila sesión que servirá como despedida de la plantilla.
Llegan las vacaciones, antes de tiempo, y llega el momento para descansar, analizar lo acontecido durante esta campaña y empezar a pensar en la siguiente. Unos dirán adiós y otros seguirán, pero el Real Unión tiene que seguir su camino. Un camino que tiene que tener como destino final el ascenso a Segunda División.
Después de lo visto esta temporada muchos pensarán que tendrán que pasar otros 45 años para volver a saborear las mieles del ascenso, pero si se hacen las cosas bien el equipo volverá a estar, al menos, en la pelea por volver a Segunda. No hay más por hacer esta temporada. Borrón y cuenta nueva.
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