Empezamos la temporada con mucha ilusión. Muchos de los jugadores que habían luchado hasta el último día por intentar mantener la categoría iban a seguir en el Real Unión a pesar del descenso y eso convertía al equipo en un firme candidato a conseguir el primer puesto y el ascenso a Segunda División.
No funcionaron las cosas al principio y todos pensamos que era cuestión de tiempo, que los jugadores se tenían que volver a adaptar a la categoría.
Pero el tiempo ha seguido pasando y parece que nada se ha solucionado, que todo sigue igual. El cambio de entrenador no ha surtido efecto y el Real Unión se sigue alejando del primer puesto.
A estas alturas, con el Alavés a doce puntos y habiendo goleado en los dos partidos a los unionistas, pensar que estamos al mismo nivel que los gasteiztarras e intentar luchar por la primera posición sería un trabajo en vano.
Lo peor de todo es que este no es el peor problema. El equipo está en sexta posición y tiene dos puntos de desventaja con los puestos de play-off.
¿Y si no conseguimos clasificarnos para la fase de ascenso? ¡Vaya fracaso! Visto lo visto, uno ya empieza a dudar de todo...
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