Los de Aitor Larrazabal lo hicieron a la perfección. Los unionistas tocaron mucho el balón en su campo, pero en ningún momento fueron capaces de encontrar fisuras en la muralla lemoarra. En los noventa minutos de partido, sólo un remate de cabeza de Romo a las manos del portero en el primer tiempo y un disparo al poste de Brit cuando el partido tocaba a su fin llevaron peligro sobre el arco rival.
Y así, con tan poca producción ofensiva, es imposible ganar partidos. También es imposible ganar cuando no se meten goles y si el máximo goleador del equipo se pasa más de la mitad del partido en el banquillo, pues también resulta más complicado conseguirlos.
Está claro que Miguel Sola todavía no ha encontrado su equipo ideal, pero Gorka Brit es uno de los mejores delanteros de la categoría y debería jugar por decreto. Y aunque Félix Quero esté cumpliendo en el lateral derecho, tampoco se entiende que un jugador de la experiencia de Iñaki Deskarga no haya participado en ninguno de los dos últimos encuentros.
Al menos pudimos ver de nuevo sobre el terreno de juego a Mari Lacruz, que ya se ha recuperado y pudo disputar los noventa minutos del choque ante el Lemona.
Pero por muy buena noticia que sea la vuelta del central, lo que importa es el equipo, que no pudo pasar del empate a cero y que se sigue complicando la vida. El Real Unión ocupa la sexta posición con 38 puntos y está a dos de Osasuna B, cuarto clasificado. Al liderato mejor ni miramos, ya que son doce los puntos de diferencia entre el Alavés y el equipo de Irun. Contentos estaremos el 15 de mayo si el Real Unión ha conseguido clasificarse para disputar el play-off.
«Nos faltó fluidez»
Félix Quero, que como hemos comentado ha pasado de ser un extremo netamente ofensivo a jugar de lateral derecho por decisión de Miguel Sola, analiza el empate ante el Lemona apuntando que «ellos se metieron atrás y nos crearon problemas. Estuvimos batallando en el centro del campo, pero no pudimos aprovechar las pocas ocasiones que tuvimos y el empate se puede considerar justo. Nos faltó algo de fluidez en ataque, aunque con esto no quiero decir que fueran los de arriba los que fallaron, ya que todos tenemos que aportar a la hora de atacar».
Quero también habla de su nueva demarcación en el campo. Lo que al principio parecía un recurso se ha convertido en una decisión firme del entrenador. «Yo estoy sorprendido. No quiero mentir a nadie y la verdad que no es una posición que me guste mucho, aunque yo siempre voy a intentar hacerlo lo mejor posible. Me gustaría jugar más adelante, pero hay que acatar lo que dice el míster. Si se lesiona Otermin y me dice que tengo que jugar de portero también lo haré».
Al menos el asturiano está haciendo un buen papel. Mucho mejor del que desempeñó la temporada pasada cuando le tocó ocupar el carril del dos. «El año pasado fue distinto. En Huesca empecé jugando arriba y me pusieron atrás cuando más cómodo estaba. Yo me iba hacia arriba y me crearon problemas. Pero este año me entreno durante la semana de lateral y poco a poco voy aprendiendo los movimientos defensivos».
En el último partido Quero tuvo que cubrir a su buen amigo Abasolo y recuerda bromeando que «se dice que en el fútbol no hay amigos, pero Paúl es tan amigo mío que en alguna jugada me costó darle una patada».
Bonito reencuentro
Precisamente Paúl Abasolo fue uno de los ex unionistas que el sábado jugaron con el Lemona en Gal. Los otros tres fueron Mendinueta, Robles y Gurrutxaga. Los cuatro fueron bien recibidos por los seguidores unionistas, hasta se escuchó el clásico 'Gurru, Gurru' desde las gradas, y a la salida hubo aficionados esperándoles para sacarse fotos con ellos.
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