La calle Mayor fue una fiesta y Gal un hervidero de nervios

La afición unionista disfrutó en los prolegómenos del choque y sufrió durante el partido.

Irun se vistió de play off durante el día de ayer. El club había organizado el 'txuribeltz eguna' para calentar a la afición antes del partido y las calles irundarras volvieron a mostrar color y sonido durante las primeras horas de la tarde.
Dos batukadas pusieron el ambiente en la calle Mayor, en la que se dieron cita los seguidores del Real Unión, ataviados con camisetas, bufandas y banderas de su equipo. La liga ya era historia y había llegado el momento de la verdad.
El momento en el que el equipo debía mostrar su mejor cara para conseguir el ascenso y la afición tenía que apoyar más que nunca para que los jugadores sintieran que jugaban con uno más.
Pero con el paso del tiempo, las caras alegres de los unionistas empezaron a mutar para reflejar el nerviosismo que provocan este tipo de partidos. Partidos en los que un mal resultado te puede apartar del objetivo.
Por ello, los aficionados pasaron más tiempo mordiéndose las uñas que animando a su equipo en Gal. Los nervios afloraban y apagaban las gargantas de unos hinchas que sólo reaccionaron con los goles de los unionistas y las salidas de tono de los jugadores sevillanos.
Seguro que se puede crear un ambiente mucho más propicio, pero hay ciertas cosas que hay que entender. Somos humanos y ayer los nervios le ganaron a la pasión.