El Sporting B tendrá el sábado (16 horas, Stadium Gal) una dura prueba para intentar mantener sus opciones de permanencia. Su próximo rival, el Real Unión, lucha por los puestos de liguilla de ascenso, pero contará para este partido con las bajas seguras de Marcos Landeira y Carlinos.
Los dos futbolistas cedidos por el Sporting no podrán jugar este compromiso por el acuerdo firmado entre ambos clubes. Mientras que Carlinos apenas está disponiendo de minutos, Landeira se ha consolidado como uno de los fijos en el centro del campo del conjunto vasco, por lo que será una baja sensible para los irundarras.
«Prefiero jugar todos los partidos. Si ganamos y el Sporting B desciende no será plato de buen gusto, pero no consideraría que fuese nuestra culpa», aseguraba ayer Landeira, lamentándose de la imposibilidad de enfrentarse el sábado al filial rojiblanco. El gijonés se muestra «muy contento» por su papel en el Real Unión, donde espera culminar la temporada «metiéndonos en liguilla de ascenso para intentar subir».
Sobre el duelo que enfrentará a su actual equipo y al Sporting B, Marcos considera que es un choque en el que «ambos nos jugamos muchísimo». Conocedor de las armas con las que cuentan los rojiblancos, el centrocampista cree que la mayor preocupación para el Real Unión estará en las botas de Juan Muñiz.
Landeira, que sigue desde la distancia las evoluciones de los gijoneses, cree que «tuvieron un momento en el que asomaron la cabeza, pero los últimos partidos, ante los rivales directos, han perdido puntos importantes y ahora están en una situación complicada». Pese a ello, considera que «el Sporting B tiene una oportunidad única porque sólo está a dos puntos de la salvación». El gijonés, que verá el partido desde la grada, decidirá su futuro al término de la temporada.
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