Azpeitia, 25 años. Fruto de la inagotable cantera del Lagun Onak. Ha vivido las dos caras de la moneda. Eliminó al Madrid de la Copa y ascendió a Segunda con el Real Unión, pero después le tocó estar en la sombra. Se fue a Lemoa y ahora vuelve a Irun. Hablamos de fútbol. Y también de la que está cayendo.
- Vuelve a casa, como el turrón, pero en verano.
- Sí, aunque ya me han dicho un par de personas que segundas partes nunca fueron buenas (ironía). Vuelvo contento. Creo que hecho una buena temporada en el Lemoa. Me llamó Berruet y me pareció una oferta deportiva muy atractiva.
- ¿Le costó mucho decidirse?
- No, mi objetivo era dar un salto en esta categoría. El club se ha fijado en mí y a una oportunidad como ésta no le puedo decir que no. Vuelvo encantado, con ganas de acumular minutos y tener continuidad.
- Además, guarda bonitos recuerdos de Irun.
- Mi primer año eliminamos al Madrid de la Copa y ascendimos a Segunda. Qué más se puede pedir. Para mí fue grande. Tengo recuerdos muy buenos de esa temporada y también de la siguiente.
- Pese a que entonces le tocó más banquillo.
- Sí, no es fácil llegar a Segunda como debutante y jugar. Al menos tuve una serie de partidos seguidos y terminé muy satisfecho con mi rendimiento.
- ¿Esa falta de continuidad le llevó a aceptar la oferta del Lemoa?
- Lo que más me convenció fue la determinación de Aitor Larrazabal. No tenía nada y a eso no le podía decir que no. Económicamente a lo mejor no era la mejor opción, pero a los futbolistas nos gusta jugar. Si te ofrecen minutos tienes que aceptar. Y creo que la apuesta me ha salido bien. He crecido.
- ¿Le gusta el nuevo Real Unión?
- Sí, porque mantiene gran parte del bloque y creo que los fichajes están siendo acertados. A Barranco le he visto jugar, y también a Pardo. Al que no conozco es a Sellarés, pero si viene de marcar diez goles será buen jugador.
- Dicen que el club está interesado en repescar a Jagoba Beobide, un amigo suyo. ¿Le gustaría compartir equipo con él?
- Sin duda. Es de mi pueblo, jugamos juntos en infantil en el Lagun Onak. Un pivote defensivo como él es un lujo para un equipo como el Real Unión. Es un pedazo de jugador. Ojalá lo fichemos.
- El campeonato será exigente.
- Será bonito, bonito. Tener a esos equipazos te hace exigirte al máximo. Eso enriquece la labor de cada día. Nos dejaremos la piel.
- El sábado se sorteará el calendario, pero aún no se sabe qué pasará con los que no cumplen con sus obligaciones económicas. ¿Qué está pasando con el fútbol?
- (Suspira). Se está reflejando lo que está pasando en otras áreas. Es un sufrimiento continuo. Hasta última hora no sabes si vas a cobrar. Es un momento en el que todos debemos bajar nuestras ambiciones, empezando por los clubes. Creo que la AFE se lo está tomando en serio y obligará a los equipos a garantizar los pagos si quieren competir.
- (...)
- La situación es muy inestable para todos, tanto para cobrar como para hacer las plantillas. Pero en Irun están haciendo esfuerzos para formar una plantilla competitiva.
- Ahora buscaba estabilidad económica.
- No sólo eso, porque en Lemoa no he tenido problemas de ningún tipo. Allí no hay tantos recursos como en el Unión. Aquí hay más posibilidades; todo es más cómodo. Eso es lo que más me ha convencido. Realmente, el modelo del Lemoa es el que se va a implantar en esta categoría.
- ¿El fútbol vasco es más serio?
- Eso se dice de nosotros. Aquí no sólo hay seriedad, también compromiso. El fútbol, en líneas generales, está muy mal.
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