Mi padre no es ni Guardiola ni Mourinho, pero siempre ha tenido una idea bien clara sobre el fútbol. Cuando un equipo sale a empatar, acaba perdiendo. Y también dice que cuando un equipo se dedica durante muchos minutos a defender un resultado corre serio riesgo de encajar algún gol.
Ayer al mediodía, comentando el partido del Real Unión, elaboramos una pequeña teoría. El objetivo en el fútbol es trasladar el balón hasta el campo contrario e introducirlo en la portería. Si el balón lo tiene el portero, el tramo a recorrer es de unos cien metros.
En el segundo tiempo del derbi, los irundarras empezaron a defender en su propio campo. Fueron cincuenta metros los que le regalaron a su rival. Cuanto más cerca de la portería, más facilidades para llevar el balón, al menos, hasta el área. Y esta temporada el Real Unión no está precisamente para hacer regalos.
Regaló medio campo, la segunda parte entera y se quedó con una parte bien pequeña del pastel.
Y si el Real Unión estuvo mal como equipo el sábado, mal estuvo como entidad el domingo. Se reclamó su presencia en el 'LipDub' y sólo apareció un equipo cadete, que no aguantó ni dos ensayos y se marchó antes de la grabación final. Mal detalle.
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